Las emociones negativas, en vez de esconderlas, reprimirlas u ocultaras, podemos empezar a verlas como mensajeras de un bien precioso que esconde un conocimiento que hay que descubrir, para poder desvelarlo hay que mirarlas con la sabiduría que esconde el corazón, y así podremos descubrir la belleza que esconde.
En este proceso hay que estar atento al mensaje que esconde, observando con quietud y sin juicio lo que está moviendo en mi, y tal vez en otras personas si se ha llegado a expresarla exteriormente.
Observalá con atención, adentrándote en toda la emoción, abriéndote a sentirla, dejando de interpretarla, y no dejándote llevar por el impulso que te lleva a huir, atacar, juzgar, gritar, tapar…. Sintiendo todo la energía que se está moviendo dentro de ti, observando donde se instala esa energía, que puede ser en forma de nudo en la garganta, o tensión en el abdomen, espalda, tensión generalizada…
Observa también tu resistencia a sentirla, pero continua abriéndote y abriéndote a sentirla, traspasando todas las resistencias, solo entonces podrás dar paso a la comprensión que esta detrás de cada emoción, solo entonces podrás darte cuenta del mensaje que esconde, solo entonces se podrá deshacer toda esa energía que tanto te incomoda, solo entonces podrás disfrutar de la Paz que habita detrás de todo este dolor.
Esta práctica tan importante para tu conocimiento, te permitirá hacerte amigo de todas tus emociones, eliminando todo juicio sobre ellas y convirtiéndolas además en auténticas consejeras que vienen a ofrecerte una enseñanza nueva.
Una vez hacemos este proceso, registramos como sabiduría en nuestra memoria, la comprensión que nos ofrece, y mediante esta experiencia práctica vas experimentando un cambio interno que te lleva a neutralizar todas las emociones, sin que tengas que ponerles etiquetas de negativa o positiva, sino que todo lo que llega es bienvenido, y es una oportunidad para abrirte a la comprensión.
Además podemos ir mas allá, y cuando la comprensión aflora, te das cuenta de que toda emoción que te incomoda, por pequeña tensión que te genere, la causa no procede de algo externo, y el efecto es la emoción negativa que experimentas, aunque estés convencido de que así sea, sino que el proceso está invertido, y la causa es que consciente o inconscientemente has elegido dejarte llevar por el “ego” y el efecto es la situación de conflicto que estás proyectando y te lleva a vivirla con tensión. Pero que después de abrirme a sentir la emoción que ya estoy sintiendo, puedo elegir de nuevo, y recordar que quiero ser guiado por la sabiduría de mi corazón.
Laura Cárcel